Voldria parlar de les activitats que hi haurà al barri aquest cap de setmana i que mostren la vitalitat del Poble-sec. Demà, parada de llibres a la Plaça del Molino. Jo hi seré una estona, al migdia, de quarts d'una a quarts de dues. Tot el cap de setmana dedicat a la dansa, amb actuacions dissabte a la mateixa plaça. I finalment, l'aplec a l'ermita de Santa Madrona, diumenge, a més de Fira d'Art a la mateixa plaça del Molino. Podeu trobar molts més detalls sobre totes aquestes activitats a la web de la Coordinadora. Esperem que el temps ens ajudi, l'any passat l'aplec es va haver de suspendre, va caure un bon xàfec i les havaneres es van haver de cantar a l'església de Lurdes.
De tota manera, l'optimisme militant poble-sequí no ens pot amagar els problemes greus dels barris de Barcelona, en concret del proper districte de Ciutat Vella, amb la dimissió d'Itziar González, per molts i greus motius que no s'han ventilat massa. Reprodueixo un dels articles editorials d'ahir al diari La Vanguardia, més preocupant pel que s'insinua que no pas per allò que explica. Constato que d'allò que menys informats estem és del que s'esdevé al costat de casa. Esperem que la revifalla del nostre barri no tingui, com en el cas del Raval, aquests efectes preocupants, i que mostren que voler fer alguna cosa seriosa porta, avui, encara, molts i molts problemes.
LA dimisión de la concejal de Ciutat Vella, Itziar González, es una mala noticia. La arquitecta especialista en mediación urbanística, que se presentó en el 2007 como independiente en las listas del PSC, tras tres años de brega en una tarea cargada de dificultades, ha tirado la toalla por motivos personales entre los que se encuentra el agotamiento físico. "En Ciutat Vella, o estás al cien por cien, o no estás…", ha dicho la dimisionaria, una de las políticas más valoradas de la capital catalana.
Esta renuncia, que ella justifica como un acto "íntimo de responsabilidad", tiene por supuesto otras causas. Por ejemplo, no haber sabido "medir las fuerzas propias", no sólo físicas, en el desarrollo de su labor. Aunque González había ingresado en el PSC durante este mandato, siempre ha sido una independiente con ideas propias, que defiende con argumentos, mucha pasión y proximidad al ciudadano.
Es conocido que González se había enfrentado con el equipo de gobierno en los casos del hotel del Palau, los centros de venopunción asistida o la apertura de prostíbulos en el distrito. Enfrentamientos que, en una política tan monopolizada por la disciplina partidaria, son motivo de fuertes tensiones, de desgaste personal y de soledad. Si además, esta se produce en el seno de un gobierno débil, por minoritario y por falta de ejercicio de autoridad, merece que nos preguntemos si es la política la que ha prescindido de la ciudadana Itziar González.
Pero este problema político no es suficiente para explicar la dimisión de la concejal. Itziar González estaba amenazada de muerte y se le asignó un equipo de escoltas. Era la única concejal, en Barcelona, que precisó de este tipo de servicio. Aunque el asunto siempre se rodeó de silencio por voluntad de la propia concejal, no es aventurado relacionar estas amenazas con grupos de presión o mafias que pretenden una política más acorde con sus intereses o, incluso, enseñorearse del distrito. Para nadie que conozca el barrio es extraña esa realidad que pretende el poder con fines ventajistas, algo del todo punto inaceptable en una sociedad democrática.
Como herencia de Itziar González quedan la lucha contra el mobbing inmobiliario, el replanteamiento de la reforma del barrio de la Barceloneta y el nuevo plan de usos del distrito, con una regulación de los apartamentos turísticos, más allá de su forma personal de trabajar, cercana al ciudadano y ala calle. El nuevo concejal deberá estar atento a la presencia de esos grupos con actitudes mafiosas en el distrito.
Totalmente de acuerdo. Precisamente, ayer hablé con un responsable del districto sobre el asunto. Me comentó que era un hecho cantado que se iría. Para los que nos estimamos Barcelona, es un palo que la mejor concejala tenga que plegar...Ahhh, la demostración más flagrante , a mi entender, fue la mierda del hotel vela, a 20 metros de playa, tirando por la borda la Ley de Costas, la misma que hizo derrocar toda la zona de restaurantes (de toda la vida), de nuestra barceloneta y, que quieran o no, daba un caracter muy nuestro a aquel barrio. salut. Hoy, 23 abril, he homenajeado tus libros en Totbarcelona....
ResponEliminaLo he visto, Miquel, gracias!!!!
ResponEliminaSobre la ciudad, me temo que nada se puede hacer, el poder de reacción vecinal es muy débil, nos tienen comprados con subvenciones. También se pasaron por el forro lo de no construir en Montjuïc, dejaron caer el parque de atracciones, el restaurant de La Font del Gat... pero 'ellos' han construído un hotel enorme -y deficitario- haciendo obras innecesarias. Por ejemplo.
El tema de Montjuïc és muy complicado y tiene una larga y triste historia.
Sobre los restaurantes de la Barceloneta... me temo que es ya un barrio 'comido' por la especulación aunque, por suerte, conserve rincones con su carácter antiguo.